martes, 31 de marzo de 2009

Gestión del talento

Actualmente los directivos no se han dado cuenta aun que la gestión de talento tiene que estar a nivel estratégico, porque el talento es escaso y como bien se puede percibir en la sociedad empresarial, los gurús y los “cracks” ya no se rigen simplemente por el dinero, actualmente si tiene una persona 100% involucrada con tu misión y visión de compañía que ofrece un valor añadido increible pero no le cuidas sus motivaciones al final por mucho dinero que puedas ofrecerle se ira.

Igualmente la realidad manda, la falta de operatividad va chocar de frente con una realidad que obligará a los directivos de las empresas a enfrentarse a la gestión del talento. Los cambios demográficos, la globalización y la progresiva llegada de los denominados “trabajadores del conocimiento” son los tres retos más importantes a los que las empresas se tendrán que enfrentar si quieren tomarse en serio el talento.

Mientras que el mundo desarrollado envejece y ve mermada su natalidad, los mercados emergentes están ya “produciendo” jóvenes talentos. Muchas organizaciones ya han puesto su punto de mira en esta fuente de talento de manera muy entusiasta. Sin embargo, la inclusión de esta “ola” demográfica no va ser sencilla para las empresas por varios motivos: el idioma, dudosa cualificación o problemas culturales serán un impedimento y factores a tener en cuenta.

Recomiendo el libro: La tierra es plana, de Thomas Friedman, va relacionada con la globalización de las comunicaciones y el outsourcing en la India y la gestión del talento.

Estamos en la era de la innovación. Hay que innovar constantemente o irse a casa, y en esta tarea, el talento tiene una importancia fundamental: “El talento es la materia prima de la innovación, pero la tecnología aporta la velocidad necesaria”. La innovación es para Jericó igual al talento elevado a la tecnología (Innovación = Talento Tecnología).

Bien, ya sabemos lo que es el talento y lo importante que es. Pero ¿Por qué es tan escaso? Por varias razones:

Por la gran demanda.

Por la baja natalidad (especialmente preocupante en España).

En el caso de España por la propia dificultad para innovar y la idiosincrasia del país.

Existen dos clasificaciones genéricas para el talento:

Por área o responsabilidad en una empresa: el talento directivo, el comercial, el técnico, el operativo…

Los transversales: el talento innovador y el talento emprendedor.

Los talentos transversales son los más escasos y, por si fuera poco, “no sobreviven en todas las organizaciones porque critican el statu quo y son inconformistas, exigentes, y críticos con la gestión“. Obviamente, también son los más interesantes para una organización basada en el talento y la innovación.